Aquí te traemos tres lugares más para dejarte absolutamente asombrado. ¿Estás preparado? Comencemos.
PAMUKKALE – TURQUÍA
Si te sientes atraído por lugares misteriosos y maravillosos, las aguas termales de Pamukkale son para ti. Este lugar no solo es peculiar y fascinante, sino que también es extraordinariamente bello. Ubicado en Turquía, las terrazas de piedra caliza natural de Pamukkale son uno de los puntos turísticos más concurridos del país. Deslumbrantemente blanco, este lugar ofrece terrazas que serpentean por la ladera de una montaña y aguas de color azul cristalino en la parte superior. Cuando observas el panorama de las aguas termales de Pamukkale, te sentirás desorientado y atónito. A mitad del verano, todo lo que ves es un paisaje tan blanco como la nieve. Pero no es nieve lo que estás viendo. El lugar se caracteriza por sus terrazas blancas, formadas por rocas sedimentarias depositadas por aguas termales durante milenios. Existen varias fuentes de agua termal en la zona, que se combinan para crear un agua con un contenido excepcionalmente alto en carbonato de calcio. Cuando esta agua entra en contacto con el aire, se convierte en travertino blanco. No es nieve.
Pamukkale es sorprendente, no hay otra palabra para describirlo. Contrasta enormemente con el resto del paisaje que lo rodea, tan verde como el verde puede ser. En el pasado, Pamukkale era uno de los balnearios termales más populares de Turquía. Literalmente era un balneario. Pamukkale, que en turco significa castillo de algodón, te permite nadar en sus aguas termales y pasear por sus terrazas de travertino.
SALAR DE UYUNI – BOLIVIA
Uno de los lugares más espectaculares de nuestro planeta, el Salar de Uyuni en Bolivia, es realmente de otro mundo. Considerado como uno de los paisajes más extremos pero al mismo tiempo hermosos de toda Sudamérica, y tal vez de la Tierra, se extiende a lo largo de más de 6.500 km cuadrados del Altiplano, siendo el salar más grande del mundo, restos de lagos prehistóricos que se evaporaron hace mucho tiempo. Una gruesa corteza de sal se despliega hasta donde alcanza la vista, cubierta por formas de sal que emergen desde el suelo. En ciertas épocas del año, los lagos cercanos se desbordan y una delgada capa de agua transforma las llanuras en un impresionante espejo del cielo. Este terreno de otro planeta sirve como un rentable sitio de extracción de sal y litio. El paisaje alberga el primer hotel del mundo hecho de sal y está repleto de turistas que recorren la zona en vehículos todo terreno. La cruda belleza y desolación del Salar de Uyuni pueden convertirse en una experiencia increíble o en una pesadilla logística. El Salar de Uyuni tiene dos temporadas distintas. La temporada de lluvias, de diciembre a abril, cuando los visitantes acuden en masa para presenciar el impresionante efecto espejo del salar. Durante la estación seca, de mayo a noviembre, las temperaturas son más bajas, el suelo se ha endurecido y los viajeros pueden conducir a través del paisaje blanco y desolado hasta lugares que no son accesibles en la temporada de lluvias. Una de las atracciones más destacadas del Salar de Uyuni es un horizonte infinito que permite a los fotógrafos jugar con la perspectiva y la profundidad de campo. La clave para obtener excelentes fotos es colocar la cámara cerca del suelo. Si tu cámara lo permite, ajusta la apertura al máximo posible.
EL GRAN AGUJERO AZUL – BELICE
El enorme sumidero submarino de Belice se formó durante la edad de hielo, esculpido en una perfección casi circular por la fuerza de la naturaleza. Aparte de ser un regalo para la vista cuando se observa desde arriba, el Gran Agujero Azul también es un lugar fantástico para bucear, que atrae a buceadores de todas partes gracias a su rica concentración de vida marina.
El Agujero Azul en Belice es uno de los sitios de buceo más famosos del mundo. Este lugar peculiar es, en realidad, un enorme sumidero submarino. Fue popularizado por el famoso explorador Jacques Cousteau, quien lo declaró uno de los mejores sitios de buceo del mundo. El agujero en sí tiene unos 300 m de diámetro y unos 125 m de profundidad. Las aguas aquí son cristalinas y ofrecen la oportunidad de ver tiburones de arrecife, así como tiburones toro y tiburones martillo.
Sin embargo, deberás tener registradas más de 24 inmersiones para intentarlo, debido a la habilidad necesaria para navegar por la cueva de agua oscura y llena de estalactitas. Como alternativa, puedes desarrollar branquias e inspirarte en el maestro del buceo libre, Guillaume Néry, quien ha descendido y emergido de estas profundidades en numerosas ocasiones.
Tu escoges el destino, nosotros te cubrimos.